El PROBLEMA que se nos presenta a nosotros los araucanos araucanistas, en los momentos presentes, es la SUPERVIVENCIA DE NUESTRO PUEBLO.

Nuestro pueblo, enfocado en su glorioso pasado, en su presente trágico y en su futuro de un destino mejor, nos han dado la razón y los estímulos para nuestras luchas.

En el ambiente se notan nítidamente dos tendencias en luchas: Una que quiere el desaparecimiento de nuestro pueblo; y otra que lucha por su supervivencia.

Los que luchan por nuestro desaparecimiento, son los chilenos antipatriotas, afortunadamente son pocos. Sus argumentos que esgrimen en contra nuestra son superficiales, sin bases, productos de sus fobias y prevenciones sociales, impropias de gentes cultas. Entre otros, sostienen los siguientes:

1.- Que “somos incapaces de seguir estudios superiores’’, vale decir, estudios Secundarios y Universitarios. Y todo, porque no ven en esos establecimientos culturales, muchos mapuches. No se dan el trabajo de investigar el ORIGEN de este hecho, que es la falta de medios para sufragar estos gastos, dada nuestra pobreza.

2.- Que somos “incapaces de seguir los cauces del progreso’’. Sostienen esta aseveración al observar en los nuestros escasas o nulas iniciativas para introducir mejoras en nuestras labores agrícolas. No se dan cuenta que no tenemos la ayuda de nadie y que sólo se nos explota.

3.- Sostienen “que las tierras araucanas deben pasar en manos de agricultores progresistas para que esos suelos den el rendimiento necesario, para que se beneficie la patria con gran producción’’. Chile tiene muchas tierras improductivas, allá deben ir los patriotas y no molestar a los mapuches. Además, esta medida que proponen traería o suscitaría tremenda cuestión social. Bueno, a ellos nada les importa la suerte nuestra, por algo, según su filosofía, los indios son ‘’PARIAS’’…

4.- Que es necesario “hacer opinión adversa al indio para que nadie diga nada, cuando se realicen estas medidas patrióticas’’(?). Al efecto, publican siempre artículos en la prensa en contra nuestra y explotan a su amaño nuestras manifestaciones negativas, producto de nuestra escasa o nula cultura. ¿Y qué han hecho ellos para capacitarnos? Nada…

Al lado de nuestros gratuitos, empedernidos y mezquinos enemigos que tenemos, están los araucanos araucanistas, respaldados por sus leales amigos, los chilenos patriotas y extranjeros de nobles corazones. Para ellos el Problema Indígena es más bien de carencia de cultura y ayuda práctica estatal. Reconocen que tenemos defectos, que existen males que deberíamos evitar y proponen remedios y luchan por coronar sus esfuerzos con la extirpación de los orígenes de esos males. Los araucanistas decimos:

1.- Si bien es verdad que nuestras tierras no producen lo suficiente, y, por tanto, no contribuyen acabadamente a la producción nacional, tan necesarias, ahora y siempre; también es verdad que nada se ha hecho para favorecer a la pequeña agricultura araucana. Ella se desenvuelve sola y con glacial indiferencia de los poderes estatales.

2.- Si bien es cierto que nuestras tierras pueden producir mucho más en manos de agricultores expertos, con muchos recursos económicos, también es cierto que si los ‘’patriotas’’ desean cooperar por la mayor producción nacional, no tienen necesidad de codiciar las tierras indígenas que son las únicas que les quedan, después de serles quitadas la mayor parte, y que existen GRANDES EXTENSIONES de tierras inexplotadas, en el centro, sur y extremo sur de Chile, que reclaman manos expertas, hombres de empresas y con visiones patrióticas, para hacer de Chile una verdadera ‘’Copia feliz del Edén’’, llevando iniciativas de bien público en esas tierras. Los chilenos patriotas, saben de este secreto y por eso piden ‘’Reforma Agraria’’.

3.- Si bien es efectivo que las escasas extensiones de tierras que nos van quedando, saldo de los despojos patrióticos que hemos sido objeto a través de siglos, están sin cercos, mal cuidados, mal trabajados, etc.; también es efectivo que todo eso se debe al abandono en que siempre se nos ha tenido. Una señorita Visitadora Social de Temuco que auscultó profesionalmente a varias reducciones mapuches a los alrededores de esa ciudad y después de analizar social y humanamente la situación de ellos, llegó a la siguiente conclusión: ‘’Los indígenas no cercan sus tierras, no mejoran sus trabajos, no higienizan sus habitaciones, etc. No porque crean que esta forma de vida sea para ellos el ideal de su existencia; sencillamente, no tienen los medios para realizar esos adelantos, que son sus caros anhelos. ’’

4.- Si bien es realidad que nuestros hermanos araucanos estudiantes no dan el rendimiento necesario al principio, también es realidad que esta anomalía viene por la no posesión debida del idioma castellano y su escasez de vocabulario. Los niños chilenos de las ciudades poseen casi bien el castellano y tienen un gran caudal de vocabulario que les facilita la comprensión clara de las lecciones del maestro. De ahí que sean aventajados los nuestros, casi siempre, al principio; pero cuando el araucano ya se acomoda, sigue normalmente, por lo general, sus tareas escolares.

5.- Si bien es demostrable que los nuestros no siguen estudios superiores, también es demostrable que para nosotros es prácticamente imposible llegar a las aulas de esos establecimientos, por nuestra precaria situación económica. Para remediar esta anomalía, necesitamos escuelas de tipo Técnico para carreras cortas y con internados gratuitos. Los hijos de los egresados de esas escuelas pueden seguir estudios largos y a su costa.

6.- Finalmente, si bien es palpable que los nuestros son de escasas iniciativas, pudiendo tenerlas; también es palpable que existen serios obstáculos para ejercerlas, como son: el analfabetismo existente en nuestro pueblo; el estado de Comunidad de las reducciones, donde nadie sabe dónde y cuánto posee en tierras; y si posee algo de tierra, los encuentran débiles y engañables, los ‘’vivos’’ de las comunidades se las quitan sin remedio, si reclama, pleitea toda su vida, sin sacar nada en limpio, etc., etc. Y, por añadidura, las leyes que son dictadas para proteger a los indígenas resultan a la postre en sus perseguidoras, porque son dictadas a la ligera, sin la participación de los propios interesados y, por tanto, sin visión para el futuro del mapuche. Para dictar leyes para los obreros, empleados, etc., se pide a ellos sugerencias, proyectos, etc.; pero para los mapuches… existen leyes prefabricadas.

Víctor Leñam

En: El Periódico Araucano, Época 6, Número 1, pp. 2-3

Órgano Oficial de la Unión Araucana

Padre Las Casas, agosto de 1953