Guillermina Huenupán
Señores Directorio Gral. de la Unión Araucana Padre Las Casas
Muy señores míos:
Con marcado interés, seguí los últimos dos años, los movimientos sociales realizados por la Sociedad Indigenista “Unión Araucana” que Uds. tan acertadamente dirigen, como defensora de la Araucanía, a través de su lucha doctrinaria.
He oído y visto a elementos ajenos a ella, desprestigiarla con frases hirientes y calumniosas, tratándola como una sociedad de un pequeño núcleo de sumisión religiosa, de huinca y ricos. ¡Críticas pobres!, que carecen totalmente de se riedad y fundamento conciso y elevado. Al oir estas pobres críticas, me da la impresión y con vencimiento de que existen temores y grandes temores de parte de los críticos o detractores que la Unión Acaucana sea conocida por los indígenas a través de sus ideales y principios básicos de Dios, Patria y Progreso.
También me impresionó la demostración de fe y cultura, realizada últimamente, en forma pública, en la salutación al Excmo. señor Nuncio de S. S., como expresión de gratitud, hecha en nombre de los araucanos.
Con esto, he observado que la U. Araucana es una sociedad indígena que tiene madurez social, líneas claras y precisas que está llamada a agrupar, en su seno, a todos los indígenas sinceros, abnegados y progresistas que verdaderamente anhelan el bienestar económico, cultural, moral y social de su raza, y además, su doctrina definida con Estatuto propio le caracteriza de todas las demás agrupaciones, porque a todos les da la misma posibilidad, sin acomodarse ni a obedecer dictados y caprichos circunstanciales de una sola persona que se autodetermina líder absoluto de los araucanos.
En mis últimos años de estudiante de Liceo, como mujer araucana y deseosa de conocer y escudriñar las finalidades de las distintas sociedades indígenas existentes, he estudiado y analizado sus contenidos y como resultado de ellos, he decidido elegir la Unión Araucana, porque [es] la Sociedad que mejor interpreta mis anhelos sentimientos y pensamientos de mujer araucana, católica y a ella quiero vaciar todas mis inquietudes espirituales y capacidades.
Agradeceré, al Directorio Gral. contarme co mo una socia activa y abnegada defensora de la causa araucana que sustenta la Unión Araucana. Desde hoy, prometo respetar y obedecer el Estatuto de la Sociedad; mantener y defender el prestigio; y colaborar, en forma decidida y valiente, con mi acción de mujer araucana y estudiante, para servir a mis hermanos de raza.
Saluda atte. al Directorio Gral. como affma. y socia.
Guillermina A. Huenupán.
El Araucano, número 6, p-4
Padre Las Casas, Agostos de 1955