Sale ‘’LA ACCIÓN ARAUCANA’’ en momentos de confusión y desorientación social, propios de toda época de transición y de ruptura de viejos moldes. No es una acción de rebelión, ni una acción de agitación, sino el portavoz de todas las aspiraciones y deseos de nuestros hermanos de raza y de los trabajadores en general.

Al emprender nuestro paso por las sendas de la publicidad, queremos hacer llegar hasta nuestros hermanos de raza que nos leerán con sumo interés, la voz sana y altiva, que con la entereza legendaria en los de nuestra raza, estará alerta para informar, para orientar y para criticar constructivamente, siempre que fuere necesario. No estamos al servicio de ningún interés creado; queremos solamente la unión de nuestros hermanos en un solo haz; queremos la dignificación del indígena, la extensión de la cultura en todas las familias del legendario Arauco, la continuación de nuestras gloriosas tradiciones y el entroncamiento de nuevas gestas de paz a las antiguas hazañas de nuestros antepasados.

Queremos ser los defensores naturales del débil y del oprimido, los denunciadores implacables de los abusos y deshonestidades, y, por último, los paladines valientes y esforzados de una nueva era de realizaciones y de bienestar de los nuestros. Tenemos derecho a exigir y a esperar para nuestros hermanos de raza la justicia que se les deben.

No ha venido a la vida ‘’La Acción Araucana’’ tutelado por ningún partido político. No nos interesa el juego de partidos, ni las pasiones que agitan a sus militantes o dirigentes. Nos interesa solamente la grandeza indígena, aún tan perseguida e insultada. Así queremos trabajar, por el levantamiento moral, cultural y material de nuestra raza mapuche.

Nuestras columnas desean ser el mensajero y enunciador de nuestros hermanos de raza, la tribuna propia y exclusiva de la juventud araucana, el medio de expresión legítima de toda aspiración reivindicativa de los nuestros. Para ellos están abiertas las páginas, para ellos existe nuestra mejor voluntad. Esperamos que todos nuestros hermanos y los trabajadores nos comprenderán, que ellos serán no solo nuestros colaboradores y favorecedores, sino que nos aconsejarán con oportunas sugestiones y en todo momento serán nuestros más decididos y entusiastas propagandistas, porque al serlo nos ayudarán en la gran cruzada que emprendemos: la de servir a Chile, a los trabajadores y, por ende, a nuestro amado Arauco.

Carlos Huayquiñir Rain

En.: Acción Araucana, año 1, número 1, p.2

Santiago, julio de 1953