Hermanos de mi noble y gallarda raza, uno de los problemas que nos atañen, hoy día es la desunión que existe entre nosotros.
Mientras estuvo UNIDA, fue grande, fue capaz de resistir a los invasores, durante más de trescientos años e hizo temblar a la hueste española; pero FATAL el día en que muchos compatriotas traicionaron su UNIÓN y SUS DEBERES DE RAZA, atraídos por promesas falsas y falaces. Aquellos prometedores, nunca dieron algo a la raza, sino que sistemáticamente y con espíritu judaico fueron oprimiéndola hasta quitarle el derecho de ser.
Muchos de nuestros hermanos, viendo esta opresión, han levantado la voz de redención y han intentado unir a la raza y trabajar por la suerte de ella; pero han fracasado ruidosamente por la mala política que han seguido.
El fracaso de aquellos se debe al no haber estudiado y comprendido los problemas de su raza, sino que, buscando intereses mezquinos y personales, mediante los cuales conquistaron popularidad personal, no por sus obras buenas, sino por sus engaños y promesas falsas de que se han valido para guiarla y ella se ha dado cuenta y es por eso que no los sigue, ahondándose así más la DESUNIÓN.
La raza, entonces, cae en mano de los falsos redentores que con palabras melosas se introducen en la ruca araucana para estrujar al araucano que allí mora, despojándole de sus bienes, hasta dejarlo en la miseria.
Estos falsos redentores y amigos mercenarios se enriquecen, se divierten y se ríen a costilla del araucano, que lo dejaron abandonado después de haberle sacado todo, mientras éste llora sus miserias, su ignorancia y su mala suerte que el destino le señaló.
¡Queridos araucanos y jóvenes de mi raza! ¿Seguiremos contemplando la suerte y miseria de la raza? ¡NO! ¡HASTA AQUÍ NO MÁS! ¡No pasaréis más adelante, abusadores de la ignorancia! Aquí estamos nosotros los jóvenes araucanos, dispuestos a la lucha a defender a nuestros hermanos oprimidos, atropellados y explotados.
Nos hemos unido, férreamente bajo los nobles y sublimes ideales de RELIGIÓN, PATRIA, FAMILIA, CULTURA Y TRABAJO, para combatir y hacer triunfar nuestro postulado y aspiración. Nos hemos hecho uno, formando un SOLO HAZ y cobijándonos bajo una sola tienda, bajo una sola bandera, para librar a nuestros hermanos, explotados, atropellados por audaces e inescrupulosos que se aprovechan de la ignorancia y hacer valer nuestros derechos naturales y libertad que nos legaron nuestros abuelos y exigir justicia dentro del derecho.
Jóvenes araucanos, venid e ingresad a la Sección Juvenil de la Unión Araucana. En esta Sección están los soldados de progreso de la Araucanía. Ingresad a ella y seréis propulsores y baluartes de la raza; la cual entona el himno de la unión, del patriotismo, de la libertad y de la reivindicación del derecho.
Venid, juventud entusiasta e idealista a engrosar la fila de los jóvenes que ya militan en la UNION ARAUCANA. Os esperamos con los brazos abiertos.
Peñi: kompa, toma el waiqui, luchemos por el progreso cultural y económico de la raza.
Martín Alonqueo
En: El Periódico Araucano, Año 1, Número 1, p.1
Padre Las Casas, Julio de 1937