Nuestro segundo Congreso Nacional Araucano tiene alto significado nacional, porque los gobernantes de nuestra República tienen depositada la confianza en las resoluciones que este Congreso ha de determinar. Las tesis a discutirse han de ser los puntos más fundamentales estrechamente ligados a nuestra realidad social, de modo que hasta los elementos de menor alcance puedan evidenciar fácilmente el resultado y debe ser una demostración de nuestro espíritu constructivo y creador.

Los mapuches tienen fe y esperanza en que se les hará justicia, porque ven en este nuevo gobierno del Frente Popular de don Pedro Aguirre Cerda, una garantía de trabajo y con la seguridad de que cumplirá estrictamente el programa que ha tratado para su gobierno.

Dadas las justas aspiraciones comunes porque luchan los araucanos, ha sido posible unificar en un vigoroso bloque de unidad, que día a día se fortalece en las luchas por las reivindicaciones inmediatas, con un amplio espíritu de sacrificio, de trabajo y de compañerismo. Este hecho permitirá que los trabajos superen en esta oportunidad.

El llamado a las reuniones de las sociedades mapuches ha sido ampliamente correspondido por todos los componentes y, en especial, por los activos dirigentes.

El Frente Único Araucano de Chile, con bases esparcidas a lo largo de nuestro país, de Santiago a Chiloé, como un lazo de unión tiende a fortalecer cada vez más su acción con un vigoroso espíritu constructivo en el terreno de la unidad y la cultura y poseído de sanos criterios de patriotismo en el sentido de mejorar su propia realidad.

Los araucanos están luchando incansablemente por reconquistar las tierras perdidas para trabajarlas de manera que este trabajo produzca lo indispensable para vivir, alimentar a sus hijos y que permita tener los recursos necesarios para la educación de la familia.

La juventud araucana, que actualmente se encuentra sin tierra para trabajar y que no tiene muchas veces ni la remota esperanza de bienestar y progreso, tiene que emigrar a las ciudades para ganar el sustento con un salario de hambre. Por estas razones, que son la preocupación diaria de miles de mapuches, el llamado a la unidad hecho por el Frente Único Araucano, ha sido comprendido y aceptado sin vacilaciones porque comprenden que es la única forma como pueden verse realizadas sus más [claras] aspiraciones de trabajo y de cultura.

Este Congreso ha de darle la respuesta más contundente a los enemigos de los araucanos que tratan de mantenerlos divididos a fin de enterrar sus garras de rapiña y atraparlos para su instrumento, y para los YANACONAS que pretender desorientar a sus propios hermanos, sea este congreso la muerte definitiva por construir un peligro eminente para la raza araucana.

La Voz de Arauco, año 2, número 8, p.1
Órgano del Centro de los Hijos de Arauco
Temuco, 27 de abril de 1940