La inmensa masa de la juventud araucana de la nueva generación no ve otra expectativa que la miseria, el aniquilamiento físico y moral de su pueblo, fruto del retroceso en todo orden de cosa. No tiene perspectiva de una vida mejor, porque el estudiante cada día se ve obstaculizado en su camino, donde puede conquistar sus anhelos y conquistar una vida mejor; son excepcionales los que logran graduarse en los establecimientos y obtienen títulos profesionales.
La generación de hoy siente sus necesidades, anhela un porvenir mejor que permita el libre desenvolvimiento de la cultura de su raza.
Si hoy un número reducido de jóvenes han logrado adquirir la cultura, están dispuestos a difundirla en los campos de su raza. Desean formar parte efectiva donde sus ideales sean acogidos en forma generosa y desinteresada.
Todos los jóvenes de ambos sexos de la raza araucana [que]quieren la disolución total de todas las manifestaciones hostiles, vejámenes que traen la ruina y el aniquilamiento de su raza, deben unirse férreamente, para oponerse de la desgracia, de la pobre raza que hoy vive humillada, sumida en la ignorancia
Martín Painemal
En:
La Voz de Arauco, número 1, p.3
Órgano del Centro de
Estudiantes Araucanos Nehuentuayñ
Temuco, Junio de 1938